Entre los habituales de esta modalidad de pesca se observan dos corrientes bien definidas y diferenciadas: las de los que escogen un equipo genérico que les permite moverse con suficiente libertad y autonomía en cualquier circunstancia posible, tanto de río como de lago, laguna o embalse y la de los que eligen un equipo mas especifico, ideal para situaciones concretas pero menos adecuado , incluso desaconsejable, para todas las demás situaciones.
Ambas opciones tiene sus ventajas y sus inconvenientes y pueden afectar directamente al desarrollo de la pesca y al resultado final de la misma.
El pescador especifico puede obtener mayores índices de efectividad y diversión si acierta en su elección , pero si se equivoca esta condenado a adaptarse y a pescar de forma menos satisfactoria.
El genérico por contra, demuestra el suficiente grado de confianza pero reniega del placer especial que proporciona la pesca con un equipo lo mas ajustado posible en el momento y al lugar y al pez que quiere pescar, sobre todo si es mas ligero que el suyo.
En efecto una buena caña del 6 es un todo terreno que además de las propias, permite usar lineas del 5 para pescar con secas, ahogadas y ninfas ligeras, y también lineas del 7 para pescar con grandes ninfas lastradas y estrimeres.
semejante cobertura le permite al pescador genérico un amplio margen de maniobra, pero lo obliga a pescar a menudo con un equipo desajustado y fuera de equilibrio, y ese es el primer paso para empezar a desvirtuar la pesca con mosca.
Además siempre se vera sobrado cuando haya que pescar muy fino, con caña 3 o 4 y si es así es una verdadera lastima y también escaso cuando tenga que luchar un gigante que pida como mínimo una caña 8.
el pescador especifico, en cambio, querrá disponer de mas posibilidades y aunque pueda errar en alguna ocasión, podrá presumir de estar pescando con mosca ortodoxamente, lo cual es todo un logro, con todas la de la ley.
