El Arroyo Grande de la Quebrada, o también conocido como Arroyo Grande del Manzano, es muy técnico a la hora de pescarlo, ya que la pendiente que el mismo tiene es muy pronunciada, haciendo que la velocidad del agua sea muy alta, y eso hace que al chocar con las piedras que se encuentran en su curso, que son muchísimas, se transforme el arroyo en un lugar muy espumoso, y con mucha rapidez, lo que hace que apenas se deposite la mosca esta salga disparada aguas abajo.
Para ello es necesario una presentación con lideres muy cortos, no más de un metro, y con algo de lastre es mejor (bead head o ya bien algo de alambre sobre la pata del anzuelo)
Es algo dificultoso pescarlo, aunque desde lejos parece fácil, y eso es lo que lo hace atractivo.
Sus Arcoiris, tienen bien presente al pescador, debido a sus cristalinas aguas en los pozones, y por eso no es fácil pescar en dicho arroyo. Lo ideal, es pescarlo aguas abajo, con lances de
no más de 10 mts. y recoger la mosca atada a un líder corto, prestándole mucha atención a la
pasada por los lugares claves. Por el medo del pozon.
Por naturaleza en su gran mayoría del cause, predomina la rosa mosqueta, un arbusto que a la hora de castear, molesta y mucho, mas si uno pesca en forma discontinua. Lo recomendable es pescarlo con indumentaria gruesa, tipo pantalón de carpa o jean, y camisas mangas largas,
por el sol pero por sobretodo por los pinches de rosa mosqueta que están por todos lados.
Los tamaños de los peces son chicos, pero con mucha pelea, eso si es de admirar.
Los peces están tan susceptibles a cualquier movimiento, que automaticamente dejan de actuar ante la presencia de cualquier señuelo, que les presentemos. Por lo tanto se debe pescar a cierta distancia, y cuidando mucho de no ser vistos.
Este arroyo, de gran caudal, tiene afluentes, donde también podemos encontrar truchas de menor porte y con la misma actitud combativa.
Realmente, los tamaños no son como en tiempos anteriores, donde se capturaban ejemplares de mas de 1,5 kg, pero lo importante es poder tener varias capturas. Lo cual sí se logra.
En nuestro caso pudimos lograr prender a 7 truchas en menos de dos horas.
Generalmente, las moscas utilizadas, son imitaciones de ninfas, siendo las mas recomendadas, las bitch creek con tonos negros y amarillos, marrón claro. Trabajan bien moscas secas imitaciones
de cadis, con colores vivos y lastre sobre la pata del anzuelo. Y las siempre listas princes
con bead head.
En el Arroyo Pircas, encontramos fontinalis, este es un arroyo, muy interesante, morfologicamente parecido al Arroyo Grande, aunque con algo menos de volumen de agua; lo cual lo hace más fácil pescarlo, y para alguien que quiera empezar, es realmente un buen momento para pescar en el.
Es un arroyo de menor caudal, pero para encontrar piezas , de mayor tamaño, hay que caminar aproximadamente 5 km, donde empiezan los mejores pozos. La caminata es muy ardua y cuesta arriba, pero rinde sus frutos.
Es de esos lugares que se pescan con los pies..
El lugar posee una belleza absoluta. Y a eso se le puede sumar la limpieza y el cuidado de la zona, la amabilidad de la gente del lugar, el clima puro, y los arroyos y sus afluentes, en donde hay
truchas por todos lados, chicas, pero muchas.
Arroyos muy divertidos.
Para ello es necesario una presentación con lideres muy cortos, no más de un metro, y con algo de lastre es mejor (bead head o ya bien algo de alambre sobre la pata del anzuelo)
Es algo dificultoso pescarlo, aunque desde lejos parece fácil, y eso es lo que lo hace atractivo.
Sus Arcoiris, tienen bien presente al pescador, debido a sus cristalinas aguas en los pozones, y por eso no es fácil pescar en dicho arroyo. Lo ideal, es pescarlo aguas abajo, con lances de
no más de 10 mts. y recoger la mosca atada a un líder corto, prestándole mucha atención a la
pasada por los lugares claves. Por el medo del pozon.
Por naturaleza en su gran mayoría del cause, predomina la rosa mosqueta, un arbusto que a la hora de castear, molesta y mucho, mas si uno pesca en forma discontinua. Lo recomendable es pescarlo con indumentaria gruesa, tipo pantalón de carpa o jean, y camisas mangas largas,
por el sol pero por sobretodo por los pinches de rosa mosqueta que están por todos lados.
Los tamaños de los peces son chicos, pero con mucha pelea, eso si es de admirar.
Los peces están tan susceptibles a cualquier movimiento, que automaticamente dejan de actuar ante la presencia de cualquier señuelo, que les presentemos. Por lo tanto se debe pescar a cierta distancia, y cuidando mucho de no ser vistos.
Este arroyo, de gran caudal, tiene afluentes, donde también podemos encontrar truchas de menor porte y con la misma actitud combativa.
Realmente, los tamaños no son como en tiempos anteriores, donde se capturaban ejemplares de mas de 1,5 kg, pero lo importante es poder tener varias capturas. Lo cual sí se logra.
En nuestro caso pudimos lograr prender a 7 truchas en menos de dos horas.
Generalmente, las moscas utilizadas, son imitaciones de ninfas, siendo las mas recomendadas, las bitch creek con tonos negros y amarillos, marrón claro. Trabajan bien moscas secas imitaciones
de cadis, con colores vivos y lastre sobre la pata del anzuelo. Y las siempre listas princes
con bead head.
En el Arroyo Pircas, encontramos fontinalis, este es un arroyo, muy interesante, morfologicamente parecido al Arroyo Grande, aunque con algo menos de volumen de agua; lo cual lo hace más fácil pescarlo, y para alguien que quiera empezar, es realmente un buen momento para pescar en el.
Es un arroyo de menor caudal, pero para encontrar piezas , de mayor tamaño, hay que caminar aproximadamente 5 km, donde empiezan los mejores pozos. La caminata es muy ardua y cuesta arriba, pero rinde sus frutos.
Es de esos lugares que se pescan con los pies..
El lugar posee una belleza absoluta. Y a eso se le puede sumar la limpieza y el cuidado de la zona, la amabilidad de la gente del lugar, el clima puro, y los arroyos y sus afluentes, en donde hay
truchas por todos lados, chicas, pero muchas.
Arroyos muy divertidos.